Satélites
Introducción
Un
satélite es un objeto secundario que gravita en una órbita cerrada alrededor
de un planeta. La Luna es el
satélite de la Tierra,
si bien la Luna y la Tierra tienen un tamaño tan similar que se las puede considerar
en algunos momentos como un sistema de dos planetas. El movimiento de la mayor
parte de los satélites conocidos del sistema solar
alrededor de sus planetas es directo, es decir, de oeste a este y en la misma
dirección que giran sus planetas. Solamente ciertos satélites de grandes planetas
exteriores giran en sentido inverso, es decir, de este a oeste y en dirección
contraria a la de sus planetas; probablemente fueron capturados por los campos
gravitatorios de los planetas algún tiempo después de la formación del sistema
solar. Muchos astrónomos creen que Plutón, que se mueve
en una órbita independiente alrededor del Sol, pudo haberse
originado como satélite de Neptuno; recientemente
se ha descubierto que el mismo Plutón tiene un satélite.
Se denomina satélite
artificial a cualquiera de los objetos puestos en órbita alrededor de la Tierra
con gran variedad de fines, científicos, tecnológicos y militares. El primer
satélite artificial, el Sputnik 1, fue lanzado por la Unión Soviética el 4 de
octubre de 1957. El primer satélite de Estados Unidos fue el Explorer 1, lanzado
el 31 de enero de 1958, y resultó útil para eldescubrimiento de los cinturones
de radiación de la Tierra. En los años siguientes se lanzaron varios cientos
de satélites, la mayor parte desde Estados Unidos y desde la antigua URSS, hasta
1983, año en que la Agencia Espacial Europea comenzó sus lanzamientos desde
un centro espacial en la Guayana Francesa. El 27 de agosto de 1989 se utilizó
un cohete privado para lanzar un satélite por primera vez. El cohete, construido
y lanzado por una compañía de Estados Unidos, colocó un satélite inglés de difusión
televisiva en órbita geosíncrona.
En la actualidad hay
satélites de comunicaciones, navegación, militares, meteorológicos, de estudio
de recursos terrestres y científicos. Estos últimos se utilizan para estudiar
la alta atmósfera, el firmamento, o para probar alguna ley física.
A finales de 1986, de
los más de 3.500 satélites que se han lanzado desde el Sputnik, unos 300 estaban
operativos. La mayor parte de ellos son satélites de comunicación, utilizados
para la comunicación telefónica y la transmisión de datos digitales e imágenes
de televisión. Los satélites meteorológicos fotografían la Tierra a intervalos
regulares en la luz visible y en el infrarrojo, y proporcionan datos a las estaciones
meteorológicas de la Tierra, para la predicción de las condiciones atmosféricas
de todo el mundo. Los satélites de navegación permiten determinar posiciones
en el mar con un error límite de menos de 10 m, y también ayudan a la navegación
en la localización de hielos y trazado de corrientes oceánicas. El SARSAT (Sistema
de satélites de búsqueda y rescate) controla señales de socorro de barcos y
aeronaves mediante una red de tres satélites estadounidenses (NOAA-9,10,11)
y otros dos que fueron lanzados por la antigua Unión Soviética.
colocados a bordo de los satélites se utilizan para llevar a cabo observaciones
imposibles de realizar desde la Tierra debido a la absorción de radiación de
la atmósfera. Con el empleo de detectores y telescopios de rayos X se han descubierto
un gran número de fuentes de rayos X. También es posible la observación de la
radiación ultravioleta y la detección de los rayos gamma emitidos por los objetos
celestes. En 1983, con el satélite IRAS de astronomía infrarroja, los astrónomos
hicieron las primeras observaciones detalladas del núcleo de nuestra galaxia.
Los satélites artificiales
se alimentan mediante células solares, mediante baterías que se cargan con la
células solares y, en algunos casos, mediante generadores nucleares, en los
que el calor producido por la desintegración de los radioisótopos se convierte
en energía eléctrica. Los satélites están equipados con transmisores de radio
para enviar datos, con radiorreceptores y circuitos electrónicos de almacenamiento
de datos, y con equipos de control como sistemas de radar y de guía para el
seguimiento de estrellas. Los satélites se colocan en órbita mediante cohetes
de etapas múltiples, también denominados lanzadores. Para ello, la NASA desarrolló
el proyecto Lanzadera Espacial y la Agencia Espacial Europea el cohete Ariane.
En los últimos tiempos la República Popular de China ha desarrollado el lanzador
Larga Marcha, mucho más barato que cualquiera de los anteriores; el tiempo dará
cuenta de su fiabilidad.
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